lunes, 30 de diciembre de 2013

Nota.

 ¡Hola chicas! Bueno, quería tomarme un tiempo antes de comenzar a escribir la tercera temporada pero para mi un día es suficiente, amo escribir y odio dejarlas con la intriga. Lamento no haberles contestado los comentarios del último capítulo, espero que consideren ésto una buena respuesta xd Bien, otra vez lamento dejarlas con la intriga y aquí comenzaré a escribir la tercera temporada http://enamoradadelapersonaequivocada3.blogspot.com ¡Espero que les guste! y de nuevo les agradezco haber leído y sus comentarios:3 ¡Saludos y besos para todas!

domingo, 29 de diciembre de 2013

Capítulo 28.

 Volví a abrir los ojos al oír el chirrido de las ruedas del auto al frenar. Miré por la ventana y nos encontrábamos en un complejo de departamentos con grandes edificios de color marrón, se veían deplorables y abandonados. La mujer bajó, al igual que Marion, que me tomó por la cintura y me cargó sobre su hombro como si fuera un animal. Seguía sintiéndome muy cansada como para siquiera mantenerme en pié. Entramos en uno de los departamentos y como pensé estaba todo sucio y oscuro, abandonado... Marion me dejó en el piso pero mis piernas temblaron haciendo que cayera y la mujer me tomara fuertemente clavando sus uñas en mis brazos, solté un quejido de dolor.
-¡Párate mierda! -Me gritó tratando de sostenerme.
-No...no puedo. -Volví a tartamudear, las palabras casi no salían de mi boca, tenía mucha sed y hambre.
-Ayúdame Marion. -Le ordenó y él me tomó otra vez colocándome sobre una silla, seguido de ésto ella me ató de manos y pies fuertemente, sentí como la sangre dejaba de llegar a mis extremidades, como mi circulación se cortaba de pronto. Se colocó frente a mi y alzó mi cara con su mano para que la viera a los ojos.
-¿Sabes quién soy? -Negué con la cabeza, mis ojos comenzaban a cerrarse, otra vez el sueño. -¡No te duermas! -Me dio una fuerte cachetada, que hizo que abriera los ojos sorprendida y adolorida. -¿En verdad no me reconoces?
-No. -Contesté, pero nada se oyó.
-¿No puedes hablar? -Volví a negar con la cabeza, ella tomó una botella de una pequeña y sucia mesa y me dio de ella, tomé desesperada, en verdad tenía mucha sed. -Habla ahora.
-No sé quién eres. -Ahora si se escuchó, dejó la botella otra vez encima de la mesa y volvió a colocarse frente a mi. 
-¿No sabes cómo arruinaste mi vida maldita perra? -Notaba su furia en los ojos, además que sus palabras.
-No, no lo sé. -Respondí sintiendo como una lágrima caía por mi mejilla.
-Tú... interrumpiste mi relación con Andy cuando estábamos mejor que nunca, ¡el idiota me dejó en bancarrota por tu culpa! Oh, pero él estaba enamorado de la pequeña y patética noviecita de uno de sus empleados... si, es tan ridículo como lo escuchas. 
-¿Juliet? -Pregunté confundida. No, no podía ser ella... 
-Si perra, soy yo, y no sé si recuerdas a mi linda hijastra, Mandy. -Levanté la vista hacia la chica que manejaba, que ahora estaba sentada encima de la mesa y si, era ella.
-¿Por qué Marion? 
-Por la misma razón que yo, el idiota de Biersack lo despidió para darle su puesto a ti, estamos iguales, queremos venganza de una vez por todas. 
-¡Pasaron 4 años Juliet! -Clavó sus uñas en mi brazo haciéndome gritar.
-No sabes todo lo que pasé, viví en la calle, casi trabajo de prostituta para pagar la comida y los estudios de Mandy, ¿sabes como se siente? ¿sabes lo que es mendigar algo de comida y que toda la gente te observe como si fueras un perro faldero todo el tiempo? Claro que no, tú eres una consentida, una de las niñitas ricas de California, ¿verdad? -Noté como una limpiaba una lágrima de su mejilla, quitó las uñas de mi brazo y lo observé, las pequeñas marcas sangraban...
-Te daré todo, pero no me hagas daño. -Rogué.
-Oh, lo tendré todo de ti querida, tranquila, pero dime donde está el maldito dinero primero.
-¿Qué dinero? 
-¡El dinero de Andy! No te hagas la idiota, sé que desde que él te encontró te dio todo, pero no lo encontré en tu departamento. Juro que si no me dices me encargaré personalmente de asesinar a ése noviecito tuyo... 
-No por favor, no le hagas daño a Zack, te lo ruego.
-¿Qué pensaría Andy si supiera que sigues saliendo con él? En verdad estaría furioso. -Soltó una carcajada que hizo que me estremeciera completamente, no, con Zack no...
-No lo lastimes, por favor. -Traté desesperadamente zafarme de las cuerdas, pero fue inútil.
-¡Entonces dime donde está el maldito dinero! 
-Andy no me dio nada además del departamento, lo juro por lo que más quieras, en serio. -Dije sollozando.
-Gran trabajo, gran departamento, gran casa, gran auto, ¿esperas que te crea perra? -Volvió a darme una fuerte cachetada.
-Todas las cosas las gané gracias a mi esfuerzo, a excepción del departamento y el puesto de trabajo, pero lo juro, no tengo nada de su dinero. -Seguí sollozando.
-¡Ya, deja de llorar! 
-Ya te dije que no tengo nada, ¿qué quieres de mi? Llévate el departamento y mis pertenencias, todo lo que quieras, no me importan las cosas materiales, pero déjame ir.
-Pequeña e ingenua, veo que sigues siendo tan estúpida como antes. No querida, no puedo dejarte ir.
-¿Qué me harás?
-Me aseguraré de que vivas una vida como la mía, verás como se siente ser rechazada por todos, mendigar algo de comida para no morir de hambre, que te miren con repugnancia, ver a todos pasando con las cosas que tú antes tenías, ver a las ventanas de las casas y ver una familia unida, un marido y una mujer amándose con una preciosa hija sin problemas, con una vida perfecta, sabrás lo que es vivir en la miseria, te sentirás como yo, ésa será mi venganza.
-¿Qué te hace pensar que dejaré que hagas éso?
-Ésto... -Sacó de su bolsillo otra jeringa llena de un raro líquido.
-¿Qué es éso?
-Digamos que es... un medicamento que borra la memoria, es realmente útil. Se lo robé a un científico loco y lo probé con algunas personitas. -Hablaba tranquila y muy alegre.
-¿Les hiciste algo a mi familia o Zack?
-Mmm... 
-¡No quiero que los toques, mátame si quieres pero no toques a mis seres queridos! -Grité desesperada mientras trataba otra vez de zafarme de las cuerdas.
-Deja de luchar... sabes que no podrás romper las cuerdas, ¿verdad? -La miré con cara de inmenso odio, ya no me dolía, ahora era total furia, si tocaba a alguno de mis amigos sería capaz de hacer lo que sea para asesinarla. 
-¡Déjame salir! -Seguía moviéndome sin parar hasta que me dio un fuerte puñetazo en el estómago, logrando que me quedara quiera y comenzara a toser, volvió a golpearme en el rostro también con su puño, volví a gritar fuertemente y cerré mis ojos, quería que ésto termine de una vez.
-Ya Juliet, creo que es suficiente... -Marion la tomó de la cintura, pero ella seguía luchando.
-¡Ésta perra se lo merece! -Pateó mi pierna y volví a gritar.
-¡Basta Juliet! 
-Quiero verla sufrir, si, como yo lo hice, ella se sentirá como yo cuando Andy me dejó, así se sentirá... -Otra vez mis ojos se cerraron de pronto, lo último que sentí fue que las cuerdas se desataban y mi cuerpo caía al piso, el frío y duro piso, me sentía débil, hambrienta, cegada, drogada, somnolienta, descuidada pero sobre todo muy muy destrozada... En mis sueños pensaba en los chicos, ¿en verdad ésta mujer me borraría la memoria? Mis recuerdos, mi todo... Pensé en todo lo que había pasado con los chicos, mi hermano, nuestro último encuentro, le prometí que volvería... me buscaría, le diría a mamá y papá y ellos llamarían a la policía para que se encarguen de la maldita enferma de Juliet, su hija y Marion. Sabía que Marion era malo, lo presentí desde que lo conocí. Recuerdo que Andy no me quiso decir quién había sido el último dueño de mi puesto, era Marion, por éso... Sabía que me enfadaría, pero ya no, ahora solamente quiero dormir en paz, siento que todo me duele, siento como si estuviera volando pero no puedo abrir los ojos ni escuchar nada. De pronto lo único que sentí fue un pinchazo en mi brazo y un líquido que recorría mi cuerpo...


                                        Fin.






 Bien, ¡ésto fue el final de la segunda temporada! Me alegro mucho que les halla gustado y pronto comenzaré a escribir la tercera, pero creo que no tendrá muchos capítulos, CREO. En verdad les agradezco mucho haberla leído, significa mucho para mi tener su apoyo, gracias otra vez y les haré saber cuando comience a escribir otra vez:3 ¡Saludos y abrazos!

sábado, 28 de diciembre de 2013

Capítulo 27.

 Abrí mis ojos lentamente al oír el irritante sonido del despertador, lo apagué y observé el teléfono de Zack, 31 de marzo... mañana se cumpliría un mes, mañana volvería a casa, a donde todo comenzó, a mi antigua vida. Sabía que ésto funcionaría, sabía que la estadía en ésta casa me serviría de algo. Los sueños cesaron, ya no veía nada, podía salir tranquilamente con Zack a pasear por toda la ciudad sin preocuparme, todo estaba mucho mejor desde que casi cometo el incidente. Al día siguiente hablamos sobre todo, sentí que me sacaba un gran peso de encima, sentí un gran alivio en el alma, jamás había hablado tanto como ése día, le conté absolutamente todo sobre mi vida y supo entenderme y ver a través de mi, conocer mis más profundos sentimientos, éso era lo que necesitaba, descargarme... Me levanté de la cama y observé a mi lado, Zack se veía tan pacífico como siempre, respiraba tranquilamente mientras sus ojos estaban cerrados. Traía su pijama de siempre, la musculosa negra con su pantalón a cuadros rojo, estaba destapado aunque hacía frío, eran las 8 de la mañana, besé su frente y luego su mejilla, lo tapé y me dirigí hacia el ropero, donde me cambié la ropa sigilosamente {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=108491405&.locale=es} y luego bajé las escaleras, tomé mi cartera, coloqué dentro las llaves del departamento, luego tomé una pluma y un papel y comencé a escribir: *Recuerdas que mañana me voy, ¿bien? Ayer nos despedimos y fue duro, no quiero que sea peor hoy. Espero que no me olvides, porque yo nunca lo haré Zachy, espero que tengas una hermosa vida y recuerda que de vez en cuando vendré a visitarte para fastidiarte como siempre, te llamaré todo el tiempo, lo juro. Ésta noche viajaré, pero primero iré al departamento a buscar mis cosas... te amo. ____...* Secando una pequeña lágrima de mi mejilla salí de la casa. El frío provocó un escalofrío en mi cuerpo. Llamé a un taxi y finalmente uno paró.
-¿A dónde señorita? -Le di la dirección del edificio y arrancó. Observé por la ventana los paisajes, el puente, los edificios, las personas que, como cualquier lunes, caminaban por las calles con traje, otras señoras sofisticadas con unos gigantes tacos y muchas bolsas en sus manos, las personas que salían a caminar con ropa deportiva y sus mascotas, el restaurante en donde vi por primera vez a Andy... Por fin llegamos al edificio, pagué y entré, subí al ascensor y cuando llegué arriba me dirigí hacia la puerta del departamento, metí la llave pero la puerta estaba abierta... Que raro... cuando vine con Zack juro que la cerré muy bien. Pensé, pero no le di mucha importancia, solamente buscaría mis cosas y adiós departamento, adiós Boston, adiós nueva vida. Nadie estaba dentro, todo estaba tal cual como lo había dejado la última vez. Tomé mi iPhone y tenía muchísimas llamadas y mensajes de Andy, los cuales borré, tendría que perdonarme ahora... Cuando ya tuve las maletas en mi mano tomé las llaves de mi auto y me volví hacia la puerta cuando vi a una mujer rubia de cabello corto observarme con odio, llevaba ropa sucia que le quedaba grande y estaba muy delgada.
-Hmm, hola, ¿quién eres y qué haces en mi departamento? -Pregunté confundida.
-Hola, ¿____ cierto? -Asentí con la cabeza aún confundida. -Oh, creo que tú y yo debemos charlar sobre algunas cosas. -Levantó su manga y en ella tenía una jeringa, traté de escaparme pero un hombre me tomó, era... ¿Marion? Oh no, ella clavó la aguja en mi cuello y sentí como todo se volvía oscuro de pronto y caía en sus brazos inconsciente... 

  Abrí mis ojos y estaba en un auto, ¿otra vez el sueño? ¿en qué momento me había dormido? Miré a mi lado y Marion miraba hacia afuera distraído pero me tomaba fuertemente del brazo, volví la vista hacia el otro lado y la mujer también miraba hacia afuera, observé a la persona que conducía y era una chica de mi misma edad, o éso supuse, estaba vestida igual que la mujer de cabello corto, vestida toda de negro, pantalones de chándal inmensos, una camisa blanca muy sucia y el cabello largo con algunos rulos, observaba el camino muy concentrada y apretaba los puños sobre el volante acelerando de una manera increíble. Apoyé mi cabeza sobre el hombro de Marion inevitablemente. Sentía sueño, muchísimo sueño y cansancio, oía un insistente pitido en mis oídos que hacía que mi cabeza doliera inmensamente. 
-¿Por qué me haces ésto? Eras mi amigo. -Susurré a Marion, pero ni siquiera yo me escuché, sin embargo se dio la vuelta hacia mi y quitó mi cabeza de su hombro. -N...no puedo sostener mi cabeza, me pesa, todo me pesa. -Logré decir tartamudeando.
-Oh, la perra ha despertado... Ya se te quitará, ésto no es nada a comparación de lo que te he preparado maldita. -Dijo furiosa, pero a comparación del anterior sueño no me golpeó. Ésto no podía ser real, pero el dolor era muy intenso, lo sentía demasiado. Levanté mi mano y pellizqué mi brazo, y si... dolió. ¿Ésto era la vida real? Oh no, no quería morir. 
-¿Por qué Marion? -Ésta vez si me oyó, me observó pero instantáneamente volvió su vista hacia el parabrisas. Oí como unas gotas comenzaban a caer, pero la vista se me hizo borrosa de pronto. Luché por mantenerme despierta, pero no lo conseguí y mi cabeza calló hacia el hombro de Marion otra vez. 
-¡Qué jodida es! -Exclamó tomando mi cabeza otra vez, pero la mujer lo paró.
-Déjala, está drogada. Supongo que en una hora se le pasará, ya llegamos. -Fue lo último que escuché y todo se volvió oscuro una vez más. 

Capítulo 26.

 {http://www.youtube.com/watch?v=Wm5u3AFjZbk}



Ya era el día del concierto. Estaba muy nerviosa ya que unos días antes estuve averiguando sobre las bandas que se presentarían, Sleeping With Sirens, Kellin era el vocalista. Pierce The Veil, Vic el vocalista, Mike el baterista. Bring Me The Horizon, Oliver el vocalista. Of Mice & Men, Austin el vocalista. Debía ser una broma, ¿cierto? Todos mis amigos aquí en un mismo lugar, ¿por qué todos tenían bandas? M*ierda, sería un gran problema, pero podría camuflarme muy bien, lejos, muy detrás del escenario, capucha, anteojos. Estaba lista, al igual que Zack que llevaba una remera que decía: "Jenna McDougall, te amo." Me reí al verlo.
-¿Qué? Soy su fan número uno. -Volví a reír.
-Ya, vamos tonto. -Lo tomé del brazo y salimos de la casa subiéndonos al auto. Estaba nublado y caían unas pocas gotas, pero no les dimos importancia, el evento no se cancelaba por mal tiempo. Subimos al auto tranquilamente, por suerte ya no nos habíamos besado desde ése pequeño roce en el pícnic, algo que me parecía muy cómodo, era lindo convivir con él teniendo en claro que tu futura pareja estaría en otro lugar. Por otro lado estuve pensando en Andy, ¿seguiría enfadado conmigo? ¿le habría impedido a Austin venir hasta aquí? Pues fue por ahora, estaba segura de que Austin, teniendo en cuenta que amaba la música y que estaba viviendo, aquí trataría de encontrarme en el festival. Había faltado al trabajo toda la semana y sabía que Andy no tardaría en enterarse de éso, y tal vez vendría por mi, pero no tenía ganas de estar allí, era un ambiente que me recordaba a los fantasmas de mi mente, la chica, Jeremiah, todo éso...
Por fin llegamos y encontramos un lugar remoto en donde estacionar. Ambos bajamos, él me tomó de la mano haciendo que lo observara con cara de confusión.
-Está lleno de gente, no quiero perderte, además te estás camuflando. 
-Cierto. -Le sonreí y tomé su mano con gusto. Caminamos muchísimo, hasta que me cansé y paramos un momento.
-¿Qué sucede?
-Estoy muy cansada.
-¿Te cargo? -Reí.
-Todavía no, ya llegamos. -Lo volví a tomar de la mano y seguimos caminando hasta quedar a unos metros del gran escenario, no veía absolutamente nada por la cantidad de personas que había. -¿Me cargas? -Le dije a Zack con cara de cachorrito, sabía que éso funcionaría.
-Claro tonta, no eres pesada. -Se agachó y colocó su cabeza entre mis piernas, de pronto me elevó en el aire, haciendo que viera a la perfección.
-No me soltarás, ¿cierto? 
-Claro que no, confía en mi. -Observé su cara desde arriba y él sonrió. Seguimos escuchando a una banda llamada Memphis May Fire, luego la que tan esperaba Zack... Tonight Alive, donde estaba Jenna McDougall. Eran asombrosas. Cuando ésta banda terminó de tocar Zack me bajó lenta y cuidadosamente de sus hombros.
-¿Me harías un favor? 
-Lo que quieras.
-Quiero pedirle un autógrafo a Jenna, por favoooor. -Reí.
-Claro, vamos. -Volvió a tomarme de la mano y comenzamos a caminar entre la enorme multitud hasta llegar detrás del escenario, donde la chica que acababa de cantar estaba parada sacándose fotos con algunas personas, Zack me miró sorprendido y luego la miró a ella con una admiración impresionante.
-Ve, iré a comprar una cerveza aquí al lado, tengo sed. 
-Bien, iré hasta allí en un segundo. -Asentí con la cabeza y me dirigí hacia un pequeño puesto situado a un lado, no había tanta fila, me coloqué detrás de un chico esperando mi turno. De pronto apareció un hombre y se colocó delante de mi.
-¡Hey idiota, respeta la fila! -Me ignoró y comenzó a hablar con el chico de delante, toqué su hombro, pero seguía ignorándome, golpeé su espalda fuertemente haciendo que mi palma doliera, el chico se dio la vuelta soltando un quejido.
-¡¿Qué te sucede niñ...  -M*ierda, me quedé en shock. -¿Pequeña? ¿mi pequeña hermanita? -Una lágrima se deslizó por su mejilla.
-Hola Danny, lamento haberte golpeado luego de tanto tiempo sin verte, no sabía que eras tú... -Sonreí y me quité los anteojos, ésto iba a suceder de todas formas. 
-Oh mi dios ____. -Me tomó entre sus brazos apretándome fuertemente, colocando su cara en mi cuello y sollozando desconsoladamente.
-Ya Danny, aquí estoy. -Lo abracé y sentí como mis ojos comenzaban a humedecerse.
-Pensé que era mentira, que no estabas aquí, que estabas muerta, pero aquí estás, dios mío ____, no sabes lo mucho que te extrañé, lo mucho que sufrí por ti. -Seguía apretándome y sollozando mojando mi sudadera con sus lágrimas.
-Lo lamento tanto... -Comencé a llorar en su hombro. 
-Te perdonaré lo que sea pequeña, lo haré. -Besó mi frente y me tomó de las mejillas secando mis lágrimas, yo lo imité. 
-Por favor no les digas a los chicos que estoy aquí, por favor.
-¿Por qué? -Preguntó algo confundido.
-No me siento lista, espero que me entiendas.
-Me quedaré aquí, no te volveré a perder. -Comenzó a sollozar otra vez.
-Volveré, te lo prometo.
-No, no ____.
-Por favor Danny, hazlo por mi, solamente dame un mes, volveremos a vivir felices todos juntos, volveré, lo prometo.
-No quiero dejarte, por favor. 
-Si pudiste sobrevivir sin mi éstos años podrás resistir un mes, volveré más feliz que nunca, ahora no estoy preparada para ésto, por favor Danny, hazlo por mi. -Sentí como unas manos se posaban en mi cintura, me giré rápidamente y era Zack.
-¡Autografió mi camiseta! -Dijo sonriente, pero ésa sonrisa se borró cuando vio mis lágrimas. -¿Qué te sucede? ¿quién es él?
-Zack, él es mi hermano Danny. 
-¿Quién es él ____?
-Mi novio, Zachary. -Ambos se estrecharon las manos muy serios.
-Gusto en conocerte, tu hermana es una persona asombrosa. 
-Lo sé. -Contestó Danny con una pequeña sonrisa.
-¿Lo harás? -Le susurré al oído.
-Si no vuelves en un mes les diré a todos, te respeto y respeto tus decisiones pero no puedo estar sin ti ni un segundo más sabiendo que estás viva.
-Sé fuerte. -Lo abracé fuertemente y besé su mejilla. -Te amo.
-Y yo a tí pequeña, te extrañaré.
-Yo también. 
-¡Danny, en diez salimos! -Le gritó un hombre detrás del escenario.
-¡En seguida voy! -Contestó sin quitar la vista de mis ojos.
-¡Apúrate! 
-¡En seguida voy dije! -Dijo furioso. -Cuídate, y recuerda, solamente un mes. -Besó mi frente una y otra vez hasta que me soltó y se dirigió hacia donde el hombre había gritado. 
-¿Quieres volver a casa? -Asentí con la cabeza destrozada, resistí mis ganas de llorar otra vez. -Ésta vez si te cargaré. -Limpió una lágrima de mi mejilla y se dio la vuelta. -Sube a mi espalda. -Le hice caso, en verdad no tenía ganas de caminar. Apoyé mi mejilla sobre su hombro, me sentí una pequeña niña. Mi cabeza dolía intensamente, al igual que mi estómago, eran apenas las cuatro de la tarde, y el festival terminaba a las nueve, pero no tenía ganas de ver a los chicos, de volver a ver la cara de sufrimiento de mi hermano. Debía hacerlo, sabía que haría sufrir a todos con mi infinita depresión, pero tenía por seguro que en un mes se iría, al pasar tiempo con Zack pasaría, volvería a estar mejor. 
 Finalmente llegamos al auto y me bajé de su espalda, ambos nos subimos al auto y manejó en silencio hasta la casa. Llegamos y me apresuré a entrar, subí las escaleras y me encerré en el baño, buscando algún elemento cortante cuando oí la voz desesperada de Zack, sabía lo que haría.
-____, habla conmigo, no lo vuelvas a hacer nena, por favor, me destrozarás. -Quité una cuchilla de su afeitadora. La guié hacia mi muñeca pero entonces oí el sollozo de Zack, comenzó a golpear la puerta. -Me dolerá más a mi que a ti ____, por favor, no lo hagas. -¿Qué estaba haciendo? Dejé caer la cuchilla, quité el seguro de la puerta y me encontré con Zack sentado a un lado, me senté y me abalancé sobre él abrazándolo y llorando al mismo tiempo, ambos sollozábamos sin parar. 
-Lo lamento, no sé lo que hago. -Besé su mejilla y traté de tranquilizarme y volvió a susurrar la misma canción del otro día, la que me gustaba. Ambos quedamos sentados en el suelo, con los ojos rojos de tanto llorar, apoyé mi cabeza sobre sus piernas y me dejé llevar, dejé que mis ojos se cerraran lentamente. Estaba haciendo sufrir a todos, éso no estaba bien, no estaba siendo racional...




 Chicas, lamento decirles que terminaré la novela aquí por falta de tiempo e imaginación, sé que esperaban más capítulos pero en verdad lo lamento, me gustaría haberla terminado pero bien... así son las cosas, les agradezco mucho haber disfrutado de ella y... ¡feliz día de los inocentes!

viernes, 27 de diciembre de 2013

Capítulo 25.

-Es difícil de explicar... 
-Trataré de entenderlo. -Acarició mi mejilla y me quedé en silencio un minuto.
-Veo cosas... 
-¿Por ejemplo?
-Ayer vi a uno de mis compañeros de trabajo golpeado y algo ensangrentado, estaba segura de que lo había llevado hasta mi departamento, pero cuando di la vuelta ya no estaba, lo busqué y estaba en su departamento sin ningún rasguño. También una chica que me dijo que tuviera cuidado con lo que hacía, que todo tengo se irá por la borda, no sé si era real, solamente la oí, pero tengo mucho miedo de volver. Además los sueños me están matando.
-¿Con qué sueñas?
-Tengo un sueño que es muy concurrente éstos últimos días... estoy tranquila, de pronto alguien toca el portero del edificio preguntándome si podía hablar conmigo, una supuesta amiga de Andy, saco la llave del departamento y unos minutos luego oigo que la puerta se abre, me doy la vuelta pero me golpean fuertemente en la nuca dejándome inconsciente. Luego despierto en la antigua casa de Andy, donde me golpean fuertemente una y otra vez, estoy atada, atada a una silla y trato de mover mis manos y pies, pero no puedo zafarme, es... horrible.
-¿Quiénes son las personas que te golpean?
-Una chica con cabello corto rubia y un hombre que no tengo idea de quién es.
-No lo sé, no lo veo como un mal presentimiento, para mi los sueños y las "visiones" son producto de las cosas que te están sucediendo con tu familia, lo de Austin, lo de Andy, todo éso... 
-Si... debe ser éso. Gracias por escucharme Zachy, significa mucho para mi. -Lo tomé del cuello abrazándolo fuertemente y sintiendo como una pequeña lágrima caía por mi mejilla.
-Siempre estaré aquí cuando me necesites nena. -Colocó sus manos en mi cintura y besó mi frente.
-¿No ensayas?
-No, nos estamos tomando vacaciones, luego del último tour hace dos meses quedamos exhaustos, tú sabes, igualmente solamente es un mes.
-Oh.
-¿Oh? -Dijo riendo.
-Oh. -Repetí algo divertida.
-Eres hermosa. -Ambos nos quedamos serios.
-Tú también.
-Te amo.
-Yo también.
-No, en realidad te odio. 
-Yo también. -Ambos estallamos de la risa, ésto era lo que me gustaba, reírme aunque sea un rato, Zack podía levantarme el humor. 
-¿Quieres que vallamos a tu departamento por algunas de tus cosas? -Me dijo cuando pudimos recuperar el aire.
-Está bien. -Le sonreí y ambos nos paramos. Me coloqué las zapatillas, tomé mi mochila y ambos nos subimos a su auto. Encendió el auto y yo el estéreo, la canción Road Trippin de RHCP comenzó a sonar.
-¿Considerarías la opción de volver a casa?
-Éso estaba a punto de preguntarte.
-¿En serio me ibas a preguntar éso?
-Si.
-Daría todo por que volvieras.
-No me quedaré por siempre Zack, simplemente me asusta estar sola allí luego de ésos malditos sueños, tengo miedo de que algo me suceda. 
-Conmigo en casa asegúrate de que nada sucederá. -Besé su mejilla. 
-Me gusta que me distraigas de las cosas que suceden, me gusta que me entiendas.
-Me alegra que te guste, me gusta hacerte sonreír. -Quitó un segundo la mirada de la carretera dirigiéndome una tierna sonrisa. Cuando llegamos al edificio ambos nos bajamos, subimos al ascensor y presioné el botón del piso 16. Caminamos por el pasillo hasta llegar a la puerta, donde abrí y cuando ambos entramos la cerré detrás con llave por si acaso. Cuando ya estuvimos dentro busqué la maleta y oí como Zack hablaba por teléfono detrás de mi, pero no oí nada.

  Ya tenía una pequeña maleta con  las cosas que necesitaría, igualmente solamente en el departamento había dejado mi iPhone, mi notebook, las llaves de mi auto y algo más de ropa, solamente para salir de ésto, olvidarme un poco de mi difícil vida. Ambos subimos al auto y Zack comenzó a manejar, pero no nos dirigimos hacia la casa, es más, pasamos frente a ella.
-¿Dónde vamos? -Me dirigió una sonrisa pícara y nerviosa, se veía emocionado.
-Tengo una sorpresa para ti. 
-¿Que sorpresa?
-Si te digo ya no sería sorpresa tontita. -Rió y encendió otra vez el estéreo y la canción American Idiot de Green Day se escuchó en todo el auto. Por fin estacionó en un lindo parque lejos de la casa. -Llegamos. -Se bajó y abrió mi puerta, era precioso, se olía el aroma a la naturaleza y las lindas flores.
-Wow, que bello lugar.
-¿Verdad que si? -Asentí con la cabeza atónita.
-¿Qué hacemos aquí?
-Quería que te despejaras un poco.
-Muy buena idea, si que me conoces. -Besé su mejilla y lo abracé por la cintura, haciendo que sonriera. Lo solté y del baúl sacó una cesta junto con una manta roja, la dejó en el piso bajo a un árbol. Habían muchas parejas disfrutando de un gran pícnic, al igual que algunas familias. Nos sentamos sobre ella y sacó sándwiches de la cesta. 
-Es un hermoso día para un pícnic.
-Es verdad, el césped está fresco y el viento es majestuoso. -Reí.
-Además no hay mucho sol.
-Exacto... -Le dió un mordisco al sándwich y besó mis labios, algo que me tomó por sorpresa, pero se alejó rápidamente e hizo como si no hubiera pasado nada, al igual que yo.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Capítulo 24.

 Abrí los ojos pero estaba en el departamento... me levanté y abrí la ventana, era de día. Luego tomé el iPhone de la mesita de luz, el reloj digital marcaba las 16:30, ¿había faltado al trabajo? Tenía puestos unos jeans de color claro, una camisa morada con cuadros y Vans del mismo color... De pronto oí el sonido del timbre, corrí hacia el.
-¿Quién es?
-Soy una amiga de Andy, ¿puedo hablar contigo? 
-Hmm, claro, puedes subir. -Me dirigí algo extrañada hacia la puerta y le quité la llave, luego me senté en la mesa del living y un minuto luego oí la puerta abrirse. Me di la vuelta pero sentí un fuerte golpe en la nuca, haciendo que cayera al suelo y perdiera la consciencia.
 Volví a abrir los ojos y otra vez estábamos en la casa de Ashley... antigua casa de Andy. 
-Al fin despertaste perra, ¿recuerdas ésta casa? -Estaba destrozada, la mujer de antes pero ésta vez tenía algo sobre la cara y la capucha de la campera tapando su cabello, igual reconocí sus ojos y su voz.
-¿Otra vez éste sueño?
-¡Calla perra! -Me dio una fuerte cachetada.
-¡¿Qué te hice maldita sea?! -Sentí como mi mirada se nublaba y comenzaban a brotar lágrimas de ellos.
-¡Dije que te calles! ¡Hablarás cuando a mí se me de la gana! -Trató de volver a golpearme pero el chico le tomó la mano, también tenía una capucha y el rostro tapado, y no logre saber si era Marion... 
-Tranquila nena, la matarás a golpes, ¿y el arma? -Ése comentario de parte del chico hizo que me estremeciera completamente.
-Cierto, aquí está. -Palpó su bolsillo trasero y le sonrió.
-Bien, entonces haz que hable, que te diga todo lo que quieres saber, luego la matas y no sé... ¿tiramos el cuerpo al mar? 
-Sería conveniente... -Ambos soltaron una carcajada, ¿qué clase de enfermos eran éstas personas? 
-¿Qué quieren de mi? Diré lo que quieran, pero quiero que ésto termine pronto, por favor... ésto me está torturando. -Susurré entre sollozos.
-Bien, comenzaremos con ésto... terminaremos rápido querida. -La voz del hombre era muy ronca y tranquila.
-No sabes quién soy, ¿verdad perra? -Volvió a golpearme, pero ésta vez lo hizo tan fuerte que logró que me desmayara. 

  Me senté en la cama con la respiración agitada, ésto ya se me estaba haciendo costumbre... Zack se sentó a mi lado y acarició mi espalda tratando de tranquilizarme.
-¿Qué sucede bebé? -Preguntó adormilado.
-Un... sueño, ¿qué hora es? -Tomó su teléfono y noté que era nuevo.
-Las cuatro de la mañana.
-Vuelve a dormir, ¿puedo ver tele?
-Ésta es tu casa nena, puedes hacer lo que quieras.
-Claro que no, es tuya.
-Escucha... es de los dos, ambos pagamos por ella, aunque te vallas sigue siendo de ambos, puedes venir cuando quieras para buscar lo que quieras o quedarte cuando quieras, no importa, es nuestra, y jamás te negaría entrar.
-Está bien. -Besé su mejilla y me levanté, bajé las escaleras todavía descalza y encendí la tele,   me senté en el sofá abrazando mis rodillas y dejé que las lágrimas volvieran a caer por mis mejillas, ésto era una tortura, éstos malditos sueños que no me dejaban dormir en paz, que arruinaban mis noches y parte de mis días... Sentí otra vez como mis ojos comenzaban a cerrarse, estaba segura de que mañana no iría al trabajo, Andy estaba enfadado conmigo, al igual que Austin... bueno, en realidad enfadado con Jen... ¿qué hará hecho? ¿lo habrá convencido de que no me buscara? Espero que si... De pronto me quedé profundamente dormida.

  Volví a abrir los ojos ésta vez sin haber soñado nada, a mi lado estaba Zack, otra vez estaba en la cama... Me senté y observé su teléfono, eran las 11:30 de la mañana, estaba aliviada de no ir al trabajo. Estaba decidida a quedarme unas semanas aquí para ver si los malos sueños cesaban, despejarme de aquella vida... igualmente tendría que volver a buscar mi ropa, tenía tanto miedo de volver allí... por lo de Jeremiah, lo de la chica, el portero, todo... tal vez Zack podría distraerme de todo ésto, aunque estaba segura de que Andy se enfadaría muchísimo más de lo que ahora estaba. Bajé las escaleras lentamente y preparé unos waffles junto con dos tazas de café. Cuando ya estuvieron listos los coloqué en una bandeja y subí lentamente las escaleras, la coloqué encima de la mesita de luz y acaricié la cara de Zack, era hermoso... Abrió sus ojos muy despacio y se estiró.
-Buenos días. -Le sonreí.
-Buenos días nena. -Me devolvió la sonrisa. 
-Preparé el desayuno. -Apunté con el dedo a la mesita y me miró con los ojos brillantes, algo que me hizo reír.
-Oh, éso era lo que más extrañaba de ti. -Ambos reímos.

 Cuando acabamos de tomar el desayuno ambos bajamos.
-Quiero hablar contigo ____.
-¿Por lo de anoche? -Contesté en un susurro con la cabeza agachada.
-Exacto... ¿qué te ocurre? Ya no eres la misma de antes, ¿por qué te quedaste muda?
-Espera... por favor, haz las preguntas de a una. 
-Bien, lo lamento, sentémosnos. -Le hice caso y ambos nos sentamos en el sofá.
-Tengo... sueños, y son horribles. Me torturan desde hace 3 años, los he tenido pocas veces los años anteriores pero ahora... se hicieron concurridos, los tengo siempre. Además me suceden cosas muy raras.
-Bien, ¿y de qué se tratan y qué te sucede?
-Es difícil de explicar...



Bien, mi idea era subir 3 capítulos en una noche, pero no pude:( lo lamento, y espero que les gusten, mañana subiré el próximo, ¡gracias por leer! en verdad les agradezco mucho sus comentarios, me alegran el día:3 
 Pd: ¡Espero que hallan tenido una hermosa navidad chicas! Ygracias otra vez...

Capítulo 23.

-Ten cuidado con los pasos que das Worsnop Evans, todo lo que tienes se irá por la borda por tus errores. -No la reconocí, era ronca pero algo aguda.
-¿Quién eres? -Pero no volvió a hablar. Abrí la puerta y corrí hacia el ascensor, bajé y abrí la puerta principal, observé a todos lados, pero no vi a nadie, me quedé un rato allí hasta que me decidí por volver a subir y volver a recostarme. ¿Acaso era mi imaginación? ¿era una amenaza? ¿la mujer era real? Tomé otra pastilla y me cambié la ropa por algo deportivo. Tomé mi mochila colocando un agua y mi iPhone dentro y salí cerrando con llave. Me subí al ascensor y presioné el botón, cuando las puertas se abrieron me encontré con Jeremiah con el traje sucio y algo despedazado, tenía un gran moretón en la mejilla.
-¡Jeremiah! ¿Qué te sucedió?
-N...nada ____, no es nada. -Salió del ascensor pero lo tomé del brazo, se dio la vuelta y me miró como si estuviera teniendo compasión de mi. 
-Puedo ayudarte, ven... -Lo tomé de la mano y lo dirigí hacia mi departamento, abrí la puerta con llave y entramos, lo recosté lentamente en el sofá y me dirigí hacia el refrigerador, sacando un poco de hielo. Volví a dirigirme hacia el sofá, pero Jeremiah ya no estaba allí. ¿Qué mierda pasa con mi vida? Salí rápidamente de la casa y toqué la puerta de Beau, me abrió su esposa.
-¡Hola ____! ¿Qué necesitas?
-Hola Lights, quería preguntarte si sabías dónde vive Jeremiah Wells...
-Si, dos pisos abajo creo, pero no se en qué departamento.
-Oh, bien, ¡gracias!
-No hay de qué. -Me sonrió y corrí hacia el ascensor, presioné el botón del piso 14 y cuando llegué toqué una puerta al azar, un señor mayor a 35 años me miró confundido.
-Buenas tardes, ¿qué necesita?
-Disculpe las molestias, necesitaba saber dónde vive Jeremiah Wells.
-Aquí al lado señorita.
-Oh, muchas gracias y disculpe otra vez.
-No hay problema, adiós. -Cerró la puerta y automáticamente me dirigí hacia la puerta de al lado, la toqué y Jeremiah salió de adentro con cara de confusión, se veía muy bien, ya no tenía el moretón en la mejilla.
-Hola... ____, ¿qué se te ofrece?
-Hola Jeremiah, no... nada, lo lamento, me equivoqué de puerta. -Corrí avergonzada hacia el ascensor y bajé hacia la planta baja, abrí la puerta principal y comencé a caminar sin rumbo alguno. ¿Qué era ésto? ¿qué me está sucediendo? ¿Estoy paranoica? ¿Qué es lo que me está afectando? Tal vez los sueños, o también lo que estaba sucediendo con los chicos... De pronto me encontré en casa de Zack, ya era de noche. Toqué el timbre y salió con una toalla enrollando su cintura.
-¡Hola nena! ¿Qué sucede? Pasa... -Le hice caso sin contestar, entré y me senté en el sofá. -¿____? ¿qué te sucede? -Traté de que las palabras salieran de mi boca pero nada, no entendía que me estaba sucediendo. -Nena... háblame, me asustas. -Lo miré a los ojos y luego su pecho desnudo, sus brazos, su cabello mojado.
-Ve a cambiarte. -Logré decir.
-Oh si, lo lamento. -Subió las escaleras y cinco minutos luego bajó con su pijama. -¿Puedes hablar? -Lo miré a los ojos tratando de decir algo. -¿Por qué lloras bebé? No me gusta que llores. -Lo observé confundida y toqué mis ojos, mis mejillas estaban mojadas.
-N...  -Ni un susurro.
-¿Quieres quedarte? -Asentí con la cabeza y comencé a llorar desconsoladamente contra su pecho, me abrazó y besó mi cabello acariciando mi espalda suavemente. -Ya bebé, tranquila, todo irá bien... -Seguí llorando hasta que paré y oí la voz de Zack cantando, era la canción que me gustaba, Time Bomb... *Si tuviese que sacarte de los escombros lo haría, sabes que nunca te dejaré ir. Somos como una bomba de tiempo, vamos a explotar; cariño, somos una bomba de tiempo pero la necesito, no lo podría entender de otra manera. Bien, no hay manera de salir de aquí... no te preocupes, cada tormenta tiene su fin. Resistirse es inútil, somos dos niños sin miedos, como una bala disparada a un enfermo de amor, solo hay un camino en ésta carretera...* Lo observé y tenía los ojos cerrados mientras cantaba casi susurrando, me acerqué a sus labios lentamente y lo besé, abrió sus ojos y siguió el lento y dulce beso... Cuando nos alejamos me dirigió una pequeña sonrisa y secó mis ojos con sus pulgares.
-Amo ésa canción. -Susurré.
-Lo sé. -Besó mi frente y me tomó en sus brazos.
-¿Qué haces? 
-Vamos a dormir.
-¿Qué hora es?
-Las 9 de la noche. -Subimos las escaleras y me recostó suavemente en la cama, quitando mis zapatillas y luego tapándome con la sábana. Se recostó a mi lado y me recosté en su pecho sintiendo un infinito cansancio y quedándome dormida.